lunes, 6 de enero de 2014

Conocí un hombre guapo y bueno que se lo cagaron.

El ciclo vicioso de la pareja buena-mala donde el malo se caga al bueno y hace con que el bueno se convierta en malo.


Conocí un hombre guapo y bueno. Al menos lo era hasta que le pasara lo que le paso.
Me da lata contar su historia, que por más que estuviéramos copeteados, duró aprox. 1 hora.
Un monologo triste y ebrio. Qué locura, pensaba yo.
(En tanto me daban ganas de abrazarlo, porque les juro que es uno de los fracasos amorosos más triste que he escuchado en mi vida)

Un hombre bonito, con una mina (que me debo imaginar, también era bonita), se la juega por ella y ella le pega pata en la raja. Lo cambia. El la odia, sale con el ego herido, estaba completamente enamorado, en otro país, haciendo de todo para llevarla y tenerla junto a el.

- Conchetumadre esas weas no me pasan a mi -
Qué nos pasa, mujeres? Porqué siempre nos aburrimos de los buenos?
(Al menos yo me aburrí de los malos, ya me han hecho demasiado daño al corazoncito)

Yo pensé, dentro de mis experiencias, que siempre eran los  hombres (en su mayoría) que eran malos y perversos. Entonces en esas reflexiones alcoholizadas de esa noche, me di cuenta que las mujeres también son unas maracas. Y ellas arruinan los hombres buenos. Haciendo con que después sean malos con una mujer que es buena, así convirtiéndola en mala... Un efecto dominó. Los buenos caen y se convierten en malos dispuestos hacer a otros buenos caer.

Estamos todos mal enfocados. Todos.
No es posible que conozcamos personas que si valen la pena y las usemos, por más que nos interese tener algo más. O que tengamos algo más pero solamente para usarlas.

Creo que ando un poco cansada de todo eso del flirteo, técnicas de seducción y weás.

Me carga el juego del amor. Donde la gente siempre piensa que hay que haber un ganador y un perdedor.
Y hace con que algo bello se convierta en una jueguito más de suerte, de azar, un jueguito donde el objetivo es pasarla bien sin saber qué volá el corazón ajeno.

ENFOQUENSE. Dejen de mandarse cagás. Chiquill@s estamos perdiendo gente guapa y buena!
Y es tan difícil conseguir gente así en estos días, que la próxima maraca que yo vea que le destruye el corazoncito a un hombre bueno le cortaré el clítoris. Fin.

(Ná enserio, le pegaré, pero eso no más)

Se despide, enojadita e indignadita
@ChicaSinFiltro




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